Descripción enviada por el equipo del proyecto. Realizamos la ampliación de una vivienda unifamiliar, en un entorno urbano con un modelo de ciudad ya cerrado hace años -una atmósfera que está protegida legalmente-, con una edificabilidad remanente en la parcela que los clientes están dispuestos a agotar pero siempre bajo la premisa de un presupuesto limitado y con unas exigencias programáticas razonables. Añadamos a esto las derivadas propias de la normativa urbanística -separación a linderos y fondo máximo- y las limitaciones tecnológicas de la construcción local. Estos condicionantes no son solo un punto de partida, sino que son indispensables para conformar una metodología propia, a la que llamamos Pragmatismo Crítico.
A través de esta metodología se construye un proyecto de lo tangible que evalúa siempre como indispensables las contingencias, sin atribuirles nunca el apelativo de renuncia. En último término las potencialidades de las contingencias se unifican en una sola contingencia, que es la propia construcción.
Con nuestra propuesta respetamos el edifico existente por acción (la ampliación se realiza con un lenguaje deliberadamente diferente) o por omisión (al no transformar el volumen existente ni su materialidad). También hemos encontrado en la reverberación de los motivos curvos un vehículo para la coherencia visual de la propuesta, tanto para nosotros en el proceso, como para el cliente en lo construido. Así la curva se significa como expresión de lo añadido a la edificación existente, tanto interior como exteriormente, material y espacial.
Y es que el resultado es un proyecto lentamente desarrollado y lentamente construido. Demasiado lentamente, somos conscientes de ello, tanto como de que esta lentitud es también un lujo, sobre todo para nosotros, y que este modelo de trabajo está abocado a desaparecer.